Barcelona prevé ampliar el número de urinarios públicos permanentes en el distrito de Ciutat Vella y pasar de las siete cabinas y urinarios actuales en la vía pública que dan servicio ininterrumpidamente a 14, a través de la contratación de siete nuevas cabinas autolavables que entrarán en funcionamiento a finales de año, según ha informado el ayuntamiento.
En espera de la llegada de estas instalaciones fijas, la concejala de Ciutat Vella, Gala Pin, ha explicado que entre el 1 de junio y el 30 de septiembre, meses de mayor afluencia de visitantes, el distrito reforzará el servicio con ocho urinarios provisionales más, llegando a los 15 de uso temporal durante el verano.
Instalaciones controvertidas
Esta iniciativa se enmarca en el plan para fomentar las relaciones de proximidad entre los vecinos en el espacio público y en las escaleras de vecinos que el Gobierno municipal puso en marcha el año pasado en estos barrios.
De esta forma, según el consistorio, se da continuidad a la política de dotar el espacio público de aseos, una iniciativa que empezó en agosto del 2015 con una prueba piloto no exenta de polémica, ya que una de las primeras cabinas móviles se colocaron frente al Born Centre Cultural, cosechando numerosas críticas.
Más de medio millón de usos
Las siete instalaciones permanentes repartidas por el distrito registraron en 2017 un total de 539.456 usos. Según defiende el ayuntamiento, gracias a ellas se reducen las actitudes incívicas.
Ya se han puesto en funcionamiento siete urinarios permanentes, en locales o cabinas: en la plazas dels Àngels, del Teatre, de Sant Agustí, de Terenci Moix y de Salvador Seguí, en el Pla de Palau y en la calle del Arc del Teatre. Las siete nuevas cabinas autolavables que llegarán en otoño estarán en las plazas de de la Catedral y Castella, en Sant Pau del Camp, la Rambla del Raval y los paseos de Colom, Picasso y Marítim.
Mientras, las cabinas temporales de este verano se ubicarán en el paseo del Born con Rec, en las plazas del Duc de Medinaceli y Poeta Boscà, en la Rambla del Raval, en Sant Pau del Camp, en la calle Templers y en el paseo Marítim.
Suciedad y olores
Con los 14 urinarios permanentes (algunos en locales y otros al aire libre, autolavables) y los 15 que estarán durante los cuatro meses de verano, el gobierno local trata de reducir las molestias que causan la suciedad y los olores de los que hacen sus necesidades en plena calle, tanto turistas como oriundos. No obstante, el aterrizaje de estas cabinas no siempre contenta a los vecinos y comerciantes, muchas veces porque el olor y la suciedad se multiplica y concentra en estos puntos.
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